Al final de este módulo podrás:

¿Qué es el modelo de negocio?
Elementos clave del modelo de negocio
Estructuras organizativas flexibles
Cómo aplicar las nuevas tecnologías y estrategias de digitalización
 

El modelo de negocio es la base de la mayoría de las empresas. Cada empresa basa su actividad en mayor o menor medida en un modelo de negocio. Todas las actividades empresariales deben tener una finalidad específica.

El modelo de negocio de una empresa es un concepto que tiene muchas definiciones. El denominador común es que un modelo de negocio es un plan a largo plazo para aumentar el beneficio de explotación de una empresa. Un modelo de negocio es la receta particular de una empresa concreta para vender un producto o servicio.

La pandemia, junto con factores políticos, climáticos y de todo tipo en todo el mundo demostró la necesidad de tener en cuenta las cuestiones externas, incluso las más improbables, en el proceso de planificación estratégica. Algunos de los cambios se originaron antes, otros se introdujeron en respuesta a la pandemia de COVID-19 y otros se intensificaron o aceleraron. Sin embargo, el cambio más importante se ha producido en el ámbito de la interconexión entre el medio ambiente, los gobiernos nacionales, los mercados, las sociedades, las empresas y, como ha demostrado la COVID-19, las personas.

Sobre todo, el modelo de negocio organiza información sobre los productos y permite mostrar de manera sencilla y visual a quién y cómo venderá los productos y servicios la empresa.

Al crear un modelo de negocio, respondemos en primer lugar a cuatro preguntas sencillas:

Una estructura organizativa es la forma en que se organiza formalmente una empresa, incluidos elementos como células organizativas, departamentos, puestos, partes de la propia empresa y empleados, así como los vínculos entre ellos, como el flujo de información, el reparto formal de responsabilidades, la afiliación, la autoridad y la responsabilidad.

La estructura organizativa está dividida en central y descentralizada, diciendo quién toma la mayor parte de las decisiones en la empresa, y estructuras formalizadas y no formalizadas. La estructura empresarial en su forma actual ya no cumple los requisitos de la era digital. 

La estructura organizativa de una empresa es un concepto muy amplio. Sus múltiples tipos pueden distinguirse por medio de diversos criterios, como los siguientes:

a) tipos básicos de estructura organizativa: estructura de división, estructura de tareas (proyecto), estructura matriz, estructura híbrida (mixta);
b) por escala de gestión y número de niveles de gestión: estructura plana, estructura lisa;
c) clásico: estructura lineal; estructura funcional; estructura del sistema de línea;
d) moderno: estructura del proceso; estructura de la red; estructura virtual; estructura fractal; los demás;
e) por división de tareas: Estructuras de tipo U (unitarias); Estructuras de tipo m (multidivisionales); Estructuras de tipo H (holding);
f) por configuración estructural: estructura simple; burocracia de máquinas; burocracia profesional; estructura de división; adhocracia; estructura de la misión; estructura política.

La estructura de la organización da respuesta a las preguntas:

• ¿Quién puede y debe interactuar y cooperar con quiénes y con qué relaciones están prohibidas?
• ¿Quién decide qué y a quién y cómo?
• ¿Quién es responsable de qué/quién y cómo?
• ¿Quién sabe qué y de quién y cómo se va a utilizar ese conocimiento?
• ¿Cuál es la distribución de los beneficios y privilegios (materiales, prestigio y otros) entre ¿los miembros de la organización?

En muchas ocasiones se han creado sobre la marcha procedimientos de actuación de los empresarios durante una pandemia . Por lo tanto, es necesario intentar anticipar estos acontecimientos en el futuro y revisar el modelo de negocio de cada uno en consecuencia. Por otra parte, parece que los procedimientos operativos desarrollados durante este período permitirán evitar en el futuro el dilema que los empleados tenían durante el período inicial de pandemia de COVID-19: «carrera o vida personal». Asimismo, las actividades de las empresas durante este período se han visto afectadas por la falta de aplicación de las herramientas digitales pertinentes y la inflexibilidad de sus modelos de negocio.

La pandemia mostró no solo las ventajas, sino que también puso de relieve de manera especial las desventajas de trabajar online. Puso de manifiesto que algunos trabajadores consideran ahora que tienen que estar siempre disponibles en el trabajo. Por supuesto, hay ventajas para trabajar desde casa, como el ahorro de costes derivado de no tener que desplazarse al lugar de trabajo, pero sobre todo ha puesto de manifiesto el preocupante fenómeno de la conciliación entre lo privado y lo laboral.

Los empresarios han tenido que cambiar sus modelos de negocio de forma continua y adaptarlos a la realidad que les rodea, y la experiencia adquirida durante la pandemia les permitirá responder de manera eficiente a acontecimientos similares en el futuro. Por ejemplo, el trabajo online puede haber llevado a los empleados a temer que puedan quedar excluidos de reuniones y proyectos importantes y, por lo tanto, su carrera profesional puede haberse ralentizado o simplemente interrumpido. Con el tiempo, se han descubrierto herramientas adecuadas que cambiaron las relaciones dentro de las empresas y mejoraron el nivel de confianza en las empresas.

A la hora de planificar y aplicar medidas que apoyen a los trabajadores de hoy en día, y en particular a las mujeres, en su desarrollo profesional, los empleadores deben mostrar un enfoque personalizado y empatético. Es necesario conocer las necesidades de los empleados específicos. Las expectativas de por ejemplo, las de las personas que se ocupan de cuidar a parientes y las que no tienen tantas responsabilidades cambiarán ligeramente.

La experiencia de la pandemia de COVID-19 también ha puesto de manifiesto la urgencia de cuidar del bienestar de los trabajadores, satisfacer sus necesidades más importantes, respetar sus valores, relaciones basadas en la confianza en la empresa, los superiores y los compañeros. Las historias de las empresas que sobrevivieron a la pandemia, y más aún de las que tuvieron éxito, muestran cuánto dependía del compromiso y el comportamiento de las personas que trabajaban. Las acciones adecuadas de los empleadores son y serán de gran importancia en el futuro para el desarrollo profesional de los trabajadores y, por tanto, también para el desarrollo de las empresas.

El modelo de trabajo flexible se está convirtiendo en la norma.
La pandemia ha demostrado que es necesario redefinir lo que significa «horas laborales flexibles» y lo que significa «disponibilidad». 
Las horas de trabajo flexibles no solo significan «trabajar desde casa», que se ha convertido en la norma de la pandemia. También pueden adoptar la forma de disposiciones que permitan a los trabajadores contribuir a la actividad empresarial, ayudándoles a mantener un equilibrio entre la vida profesional y la vida privada.

Existen posibles soluciones, por ejemplo, la reducción de la jornada laboral, la ampliación de la jornada laboral con una semana de trabajo acortada o el reparto de un puesto concreto entre dos personas. Es importante señalar que esto no debe ser una «opción atractiva» solo para los que sean padres. Debe ser una norma a disposición de todos. 

Igual de importante que establecer las normas adecuadas y unas condiciones laborales flexibles es construir una cultura que permita a los trabajadores beneficiarse de las nuevas normas sin preocuparse por sus futuras carreras profesionales. Sin ello, nunca se aprovecharán plenamente las condiciones de trabajo flexibles.

Aplicación de la tecnología: fase de la actividad científica y tecnológica en la que se ponen en práctica los resultados del trabajo científico en las ciencias básicas y aplicadas, incluidos los trabajos de investigación y desarrollo estrictamente orientados a la consecución de objetivos prácticos, por ejemplo, mediante la puesta en marcha de nuevas tecnologías o la modificación de tecnologías existentes.

Durante la pandemia de COVID-19, de la noche a la mañana las empresas de todo tipo, desde pequeñas empresas a empresas mundiales, trasladaron sus procesos clave a la nube.  La pandemia demostró las ventajas de disponer de una variedad de herramientas digitales para facilitar su adaptación al entorno(por ejemplo, mensajería instantánea). Ha demostrado no solo el potencial de las herramientas digitales en la realización de tareas cotidianas, sino incluso la necesidad de utilizarlas, tanto si existe una pandemia como si no.  También reveló las deficiencias de los empresarios debido a su falta de herramientas digitales, lo que parece haber tenido un impacto directo en la limitación o incluso el cese de sus actividades. También puso de manifiesto el hecho de que, en el período posterior a la pandemia y en previsión de acontecimientos similares, deberían aplicarse inmediatamente dichas herramientas digitales.

En el caso de las grandes inversiones, la ejecución es un proceso empresarial complejo. 

Requiere la participación de grandes equipos interdisciplinarios de especialistas, incluidos, entre otros:
     - los científicos que desarrollan la base teórica del proceso de producción;
     - diseñadores de edificios y equipos;
     - contratistas de instalaciones técnicas;
     - Especialistas en la preparación de los sistemas de control para su funcionamiento;
     - especialistas en investigación y análisis de mercado. 

La coordinación del trabajo de estos equipos corre a cargo de gestores especializados.

La pandemia de COVID-19 ha demostrado que la base de una empresa en un período tan difícil es la confianza. 
Es importante aprovechar la experiencia adquirida durante este período para mejorar esta confianza, que a su vez será importante en el futuro. Es importante subrayar que la confianza parece ser la forma en que una empresa desarrolla su actividad, tanto en una pandemia como en la base de sus operaciones en el período posterior y, antes de todo, en previsión de acontecimientos similares en el futuro.

Ejemplos de etapas en la aplicación de una nueva tecnología:

1. Empezar por lo básico. Centrarse en herramientas para mejorar la comunicación, la gestión de documentos, el flujo de trabajo y la gestión de las prácticas

2. Asegúrate de que todo el mundo tiene acceso a las herramientas.

3. Crear un entorno en el que el diálogo abierto sea bienvenido para garantizar que el equipo esté cómodo con la tecnología.

4. Centrarse en garantizar que cada herramienta contribuya a alcanzar los objetivos generales de la empresa.

5. Incluir a las principales partes interesadas en las conversaciones sobre lo que funciona la tecnología y los ámbitos en los que puede mejorarse. 

6. No temas externalizar el proceso de ejecución.

7. Crear un proceso de evaluación y aplicación para las nuevas tecnologías para asegurar que estén en consonancia con los objetivos de la empresa.

La planificación estratégica no se refiere únicamente a las finanzas. La pandemia nos ha demostrado que una empresa también necesita planes en caso de que en el futuro se produzca una amenaza similar a la pandemia de COVID-19 o surjan simplemente nuevas oportunidades. Es importante recrear y ampliar las capacidades de la organización después de la pandemia en términos de planificación de escenarios —teniendo en cuenta tanto las amenazas como las oportunidades derivadas de tales acontecimientos — para captar y relativizar las distintas cuestiones desde diferentes perspectivas. Esto ayudará a identificar los problemas con mayor rapidez y a reducir el riesgo de futuras repercusiones imprevistas.

El mayor reto de la digitalización y también el primer obstáculo que debe superarse es la aplicación temprana. La mejor manera de superar la resistencia a la aplicación es mostrar a los reacios los innegables beneficios de la nueva solución. La pandemia ha demostrado estos beneficios y, por otra parte, ha revelado de manera extrema las debilidades de las empresas a este respecto. Es necesario reiterar y consolidar a los empleados lo que obtendrán con su aplicación. Las empresas deben ser conscientes del valor añadido y de las oportunidades que ofrece la digitalización, especialmente a raíz de una pandemia como el CVID-19 o posteriormente. La digitalización es un proceso gradual. Este tipo de cambio llevará años, no unos pocos días. Por lo tanto, es difícil recuperar más adelante. 

Las empresas que no cuentan con una estrategia digital, en particular para la pandemia de COVID-19, deben asumir inmediatamente este reto y desarrollarla para no quedarse atrás y poder así reaccionar a tiempo ante cambios repentinos que afecten a su actividad. La digitalización hace cada vez más importantes cualidades como la preparación para el cambio, la competencia social y la alfabetización informática, lo que plantea nuevos retos para las empresas en términos de formación y educación de los empleados. La aplicación de nuevos programas informáticos conlleva el riesgo de fallo, ya que depende en gran medida de la actitud de los usuarios. A la hora de desarrollar la estrategia digital de una empresa, es necesario tener en cuenta este problema para poder prevenirlo eficazmente.

El modelo de negocio es la base de la mayoría de las empresas.
En sí mismo, un modelo de negocio no es todavía una garantía de éxito, pero puede ser importante para lograrlo.
La estructura organizativa es la forma en que se organiza formalmente una empresa y los vínculos que se derivan.
Las empresas deben ser conscientes del valor añadido y de las oportunidades que ofrece la digitalización y, al impartir formación sobre la nueva solución, merece la pena repetir y recordar de forma persistente a los empleados lo que ganarán con la aplicación.